25 de septiembre de 2009

Y es como una avalancha en cada metro que avanzás...

Preguntó una vez mas que se sentía, y aún así... no se lo imaginaba.
¿Cómo puede imaginar el amor, alguien que nunca lo ha sentido?
¿Cómo puede imaginar el estar enamorado, alguien que nunca lo ha estado?
¿Cómo puede imaginar ese día, alguien que no lo ha vivido?
Aún así, ella, curiosa e insaciable como siempre, quería imaginar. Quería saber. Quería que le expliquen, que le cuenten, que le digan, cuando ni la mas remota idea tenia de lo que era ese enorme campo por el cual corrió tanta gente.
Quizás esas explicaciones, esos sentimientos plasmados en algún lado que ella leía, le hacían abrir las ventanas hacia un pasado no tan pasado, hacia ese día no tan lejano que seguiría vigente en los corazones y las mentes de muchos. Pero no de ella. O al menos, no de la misma forma. Y la hacían sentir de alguna forma, esa viva emoción, aunque ahora un poco apagada, pero que cada tres aparecía en la mente de muchísimos, de manera mas volatil, de manera mas fuerte, como el matrimonio enamorado que recuerda el día en el que sus vidas se unieron ante Dios. Pero como ya dije, el recuerdo siempre estaba, siempre estaría. Y ella quería saber, quería saber sobre ese recuerdo, quería imaginárselo, quería cerrar los ojos y pintar un recuerdo inexistente. Hacer de cuenta que vivió algo de una manera, totalmente diferente al modo real en que lo vivió.
"El día mas feliz" de la vida de muchos. Ese día que quedo plasmado en tantos lados, que quedó tatuado en tantos corazones. ¿Tan lindo fue? Ella quería saber, imaginar, pensar, sentir. Sobre todo sentir e imaginar, sentir e imaginar esa emoción que muchos irradiaron en esa primer semana que Mayo del 2009 se llevó.
Porque al oir o leer los relatos, sentía un poco, muy poquito, tal vez ni la cuarta parte, de la emoción sentida por miles de personas, seguramente.
Ella quería saber, imaginar, pensar, sentir y por sobre todo VIVIR la espera, y el momento, quería saber por constancia propia, lo que varios le contaban. Quería sentir y vivir en carne propia, lo que tantos sintieron y vivieron. Quería, quería, quería. Mas en esto la perseverancia no existe, solo la esperanza y la ESPERA. La ilusión de que todo eso alguna vez le llegará.

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