11 de octubre de 2009

La banda había pisado el país hacía diez horas.
Habían llegado a las 5 am, y aún así, había al rededor de sesenta personas en el aeropuerto.
Giselle y Valentina no habían ido. Pero si fueron al hotel.
Y allí estaban, paradas afuera del Hotel Sheraton, esperando que alguno se asomara, aunque sea a saludar.
Todos gritaban. Eran como doscientas cincuenta personas ahí afuera, eufóricas. Pero sobre todo las mujeres, con insistentes "Willy te amooooooooooooooo!", "Willy sos mi vidaaaaaaaaaaaaa!", aunque debo decir que también había algunos "Noah te amooooooooooooooo", y muchos "Noah, Noah, Noah, Noah" por parte de ambos sexos.
- Te dije que iban a estar todas las perras acá, eufóricas jajajaja - le dijo Valentina a Giselle.
- La verdad que sí, acá hay cada pelotuda. Digo, se nota que tal vez lo único que sepan de la banda es que el cantante se llama William, mirá esa con la cintita en la cabeza, JAJAJA, no te podés poner una bandana que diga "Willy te amo" quedás como una pelotuda. - le contestó Giselle.
- Jajajaja, sí, igual yo grito por ambos, quiero que salgan loco, no se hagan rogar massssssssssss!
- Ya van a salir, Valen, quedate tranqui.
Diez minutos después de que Giselle le dijera a Valentina que se quedara "tranqui", apareció William, asomado EN CUERO por el balcón, lo que provocó gritos eufóricos, por parte de ambos sexos, pero de las mujeres sobre todo. Ellas también gritaban.
Salieron tan solo William, y Arthur, el cantante y el segundo guitarrista, respectivamente.
Giselle y Valentina estaban más que felices, pero en el fondo, Valentina sentía una especie de "decepción", ella también quería ver a su querido Noah, aunque estaba muy feliz de haber visto a William y Arthur.
- No puedo creer que lo vi! Y encima salió en cuero! No lo puedo creer!!! - exclamaba Giselle de la euforía y alegría entremezcladas que tenía en ese momento.
- Yo tampoco, estaban hermosos los dos, sobre todo William, boluda, si así nos ponemos cuando los vemos salir de acá a dos de ellos, ni me imagino cuando veamos a todos en el recital! - le contestó Valentina y agregó - Aunque yo esperaba que saliera mi Noah también...
- No te preocupes, Valen. En algún momento van a tener que salir, además, se quedan dos días mas todavía en el país, tenemos tiempo, quedate tranquila, sin un autógrafo de ellos no los dejamos irse, jajajaja.
Valentina se rió al oir esto de Giselle, pero en el fondo, ella quería más que un autógrafo, ella quería verlo, tenerlo cara a cara, face to face, y poder hablar con el, poder decirle mucho más que un simple "te amo".
Se quedaron hasta las 18:00 haciendo vigilia en el hotel.
- Valen vamos, no creo que vuelvan a salir, cualquier cosa tipo a las doce de la noche volvemos. Para mi que a William le pinta salir hoy, jajajajaj, aunque sea a tomar un par de cervezas van a bajar hasta el vestíbulo! - le dijo Giselle a su amiga.
- No Gise, no, no me puedo ir... tengo que entrar de alguna manera a ese maldito hotel, sea como sea, cueste lo que cueste - le contestó Valentina con los ojos llenos de ambición.
- Valen es al pedo, no vamos a poder entrar... dale, volvamos mas tarde. - insistía Giselle.
- Gise, si vos querés, andá, pero yo me quedo acá, tengo un plan, te juro, en serio, no puede fallar.
- Bueno Valen, si vos decís. Lo único que te digo es que es TOTALMENTE AL PEDO, pero bueno, sé como sos cuando se te pone algo en la cabeza, hace diez años que te vengo aguantando, loquita, jajajaja.
- Jajaja, no te enojás porque no voy con vos? - preguntó con aire de culpa Valentina.
- No boluda, en serio, quedate, si decís que tenés un plan, todo bien - le dijo Giselle, aunque en el fondo no confiaba mucho... mejor dicho, no confiaba directamente, en el plan de su amiga.
Se despidieron con un abrazo, y Giselle se fue.
Valentina miraba a la gente que se quedaba, eran como ciento setenta personas todavía. Ella estaba muy segura de su plan, no podía fallar, solo tenía que entrar al hotel e intentar encontrar a alguna mucama "buena onda" que la ayudara.
Casi todos los guardias estaban concentrados en los ciento setenta que quedaban, que se trepaban a las rejas y gritaban y gritaban. Había por ahí, un gordito medio gracioso, que se trepaba y gritaba como para que William, Noah y toda la banda escuchen. Cuando el guardia se acercaba y le decía que se baje, el gordito, exclamaba con sus ojos llenos de furia "PERO NO VES QUE SON MI VIDA?!?!?!?!" y así estuvieron por largo rato, no solo el gordito, sino varias personas mas que se trepaban y gritaban con todo.
Ella aprovechó ese momento de distracción para meterse dentro del hotel. "Total, es un hotel, entro si quiero", se dijo ella muy convencida.

1 comentario:

  1. Aguante el gordo colgado de la reja! Jajajajaaaa pobre chabón :D Esta re bueno esto Vale, es como si me sonara de alguna parte e.e

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