16 de octubre de 2009

Hubo una época, en la que todo lo que tuviera que ver con ustedes, me parecía fantástico, maravilloso, interesante.
Hubo una época, en la que no los conocía del todo... pero cada día intentaba saber un poco más de ustedes.
Hubo una época, en la que eran la luz de mis días, lo que llenaba algún hueco en mi interior.
Hubo una época, en la que siempre me acompañaban, a todos lados, y en cualquier momento y/o lugar.
Y a veces... me gustaría tanto volver a esa época.
A esa época en la que los amaba, y los tenía siempre conmigo. En la que estaban presentes en cada día de mi vida.
Y entonces, les pido disculpas.
Disculpas por dejarlos de lado, por dejarlos atrás, aunque siempre en mi camino. Por no darles importancia durante mucho tiempo.
Y será por eso que hoy siento esa culpa, al verlos, al saber de ustedes.
Porque siento que tengo una deuda con ustedes, porque siento que los deé de lado, porque siento que necesito aclarar siempre que fueron los primeros, y eso nadie se los va a sacar. Porque el primer Amor nunca se olvida, y esto tal vez sea igual. Igual de mágico, igual de loco.
Y es que es así, ustedes tal vez fueron mi primer Amor. Y aunque el primer Amor nunca se olvida, después llegan otros, que obnubilan, y tal vez, enamoran más. Pero de ustedes, no me puedo olvidar.
Gracias.
Gracias por ser las luces que alguna vez me guiaron a casa, y disculpen si no los supe seguir.

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