11 de noviembre de 2009

Hola mi amor!
Acá estoy, una vez más, escribiéndote a vos.
Durante mucho tiempo creí que lo nuestro ya estaba cerrado. O mejor dicho, durante mucho tiempo, lo nuestro, dejó de importarme. Dejó de importarme porque, ya no había nada más que hacer. Porque creí que el libro que ambos escribimos con nuestra historia ya estaba cerrado para nunca más volver a escribir en él.
Hoy me doy cuenta de que en realidad, nunca cerramos ese libro. Simplemente lo dejamos. Lo dejamos en un rincón, pero nunca lo cerramos.
El libro de NUESTRA HISTORIA, seguramente estaría cerrado, si hubiéramos, justamente, cerrado nuestra historia.
Pero nunca la cerramos. Simplemente, dejamos de darle importancia. Dejamos que esto tuviera un final abrupto, un final tan así, un final que nos hiciera nunca más querer hablarnos, y todavía seguir ignorándonos.
Un año, casi sin dirigirnos la palabra. Al menos, sin dirigirnos la palabra por voluntad propia. Un año ignorándonos, involuntariamente, supongo.
Y aunque debo admitir, que nuestra ignorancia mutua, tiene códigos, y eso me gusta, ya estoy podrida de esto.
Podrida de arrastrar a todos en esta boludez, en este 'no existís', al pedo, porque ni siquiera creo que haga falta.
Ni siquiera como compañeros nos podemos hablar, ni siquiera somos.
Yo no soy para vos, y vos, no sos para mí. Actuar como si el otro no existiera, ya me aburrió. Me aburrió no poder saludarte, no poder hablar con tus amigos, me aburrió hacer de esto este drama, me aburrió no poder hablarte, no poder sacarme una foto con el grado sin que VOS borres mi cara, porque en realidad, te gustaría borrarme de tu vida, y eso, lo proyectás en una foto.
Me aburrió esta estupidez, que vos y yo alimentamos. Me aburrió no poder ir y decirte 'Hola, Mati, como andás?' me aburrió no poder conocerte, no poder ser tu amiga. No poder saber qué se siente ser amiga tuya, cómo sos como amigo, y si sos igual o parecido a como sos como novio.
Me aburrió, me aburriste, me aburrí yo. Me aburrieron todos.
No te extraño. Extraño lo que éramos. Extraño ese 'vos y yo'. Extraño pelearnos, y saber que después, nos íbamos a arreglar. Porque siempre que nos peleábamos, existía la esperanza de arreglarnos. Y también me aburrió saber que esa esperanza ya no va a existir más.
Extraño pensar en vos, extraño llorar por vos, extraño escribirte mil y un boludeces. Ir por la vida escribiendo 'm&v' como si eso fuera a hacer que volvieras, que volviéramos. Extraño morir de celos al ver que le dabas bola a otra. Extraño aturdir y aturdirme hablando de vos. Extraño vivir con la ilusión.
Extraño llegar a mi casa, y contarle a mi mamá todo lo que fuera referido a vos, y si no había qué contar lo repetía. Extraño decir 'lo amo mucho' cada vez que pensaba, hablaba o whatever de vos. Extraño intentar que volvamos, extraño pensar que si hacías esto o lo otro, era porque querías volver conmigo. Extraño pasar de la mano o abrazada con Leo para darte bronca, extraño tenerte bronca, extraño esa felicidad de mierda que sentía cada vez que volvíamos, extraño estar pendiente de vos, extraño querer averiguar de vos, extraño que todo el grado sea parte de vos y yo.
Extraño esos momentos después de las peleas, en los que nos arreglábamos, y otra vez volvíamos a ser 'm&v' y otra vez comenzaba esta historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario