Valentina dudo un poco en ir o no ir. Tenía miedo de encontrarse con algo que no le gustara.
Mejor dicho: sabía que se encontraría con algo que no le gustaría.
Casi dejándose llevar por un impulso, se dirigió hacia donde estaba el sauce llorón. Iba a pasos normales, pero de una manera rápida y ansiosa.
Trató de contenerse, pero la ira era más fuerte. La bronca, los celos, las ganas de matar a Jackie. O de por lo menos, agarrarla de los pelos, pegarle, y dejarla cuadriplégica. Y eso fue lo que hizo. Bueno, en realidad, no la dejó cuadriplégica. Pero sí la agarró de los pelos, y comenzó a pegarle como si nada más le importara en ese momento.
De qué manera iba a reaccionar al ver que "esa novata", "esa fanática igual a las otras" estaba a quince centímetros de distancia de Noah. Que el la tenía agarrada de la cintura. Que ella tenía sus manos en el pecho de él. Que si llegaba un poquito más tarde, talvez SÍ hubiera dejado cuadriplégica a Jackie.
Sin siquiera insultarla, decirle algo, o gritarle, la agarró del cuero cabelludo, casi, y la tiro al pasto. Y ahí recién habló:
- Qué te pensás, idiota? Trepadora. Puta. - le dijo, y comenzó a insultarla en su idioma natal, el español, mezclando palabras del lunfardo. Era algo casi incomprensible.
Noah parecía, o mejor dicho, estaba borracho. Borracho, o drogado. O ambas, pero al ver esta escena, tiró la botellita de cerveza que tenía en la mano, e intentó detener a Valentina, quién le estaba pegando cachetadas y golpes a Jackie. Ésta se defendía e intentaba rasguñarla. Pero las uñas de Valentina también eran largas.
Entre rasguñones, golpes, tiradas de pelo, piñas, cachetadas, insultos, gritos, y gente que venía a ver que pasaba. Lograron separarlas.
Fue William que levantó a Valentina de repente, y se la llevó afuera, mientras ésta pegaba patadones y le golpeaba la espalda a William.
- Soltame, infeliz. Vos trajiste a esa pelotuda a la banda. - gritaba Valentina. William la soltó y la paró repentinamente en el piso.
- Dejate de joder. Si estás nerviosa no te la agarres con Jackie. Ni conmigo. - le contestó él.
- Con vos? Y vos qué importás? Esa perra se le estaba re tirando encima a Noah. - dijo Valentina con mirada recriminadora.
- Jackie no tiene la culpa de ser tan sexy. - respondió William, sobrando a Valentina, con una sonrisa en el rostro.
- Andate a cagar.
Eso fue lo último que le dijo Valentina a William. Y se fue.
William volvió a entrar a la casa de Ryan. Y unos minutos después salió Noah.
Pero Valentina ya no estaba en la entrada. Se había pedido un taxi a una o dos cuadras de allí, para regresar al hotel.
Iba sentada, con las lágrimas cayéndoseles solas por el rostro, mientras el conductor escuchaba temas de Alejandro Sanz. Más propicio, imposible.
- Puede sacar esa música por favor? - dijo Valentina en un sollozo.
- Eh? Qué? Qué tiene la música? Le molesta? - preguntó el conductor con acento español.
- Sí. - respondió Valentina sacándose las lágrimas de la cara.
- Espere. Usted no es.... no es... la chica esta que anda con los de Draft?
- No. Me parece que se confunde.
Valentina no tenía ganas de andar dándole explicaciones a un taxista. No a las dos y media de la mañana, y con toda esa situación de porquería que había vivido.
Se sentía mal. Se sentía triste. Con ganas de llorar mucho, de patear todo. De romper todo.
De volverse a Argentina.
En esos momentos, Valentina extrañaba más que nunca su hogar. Su familia. Su casa, sus amigos. Su gente.
Llegó al hotel, entró al vestíbulo con los zapatos en la mano. Sin siquiera saludar ni mirar a nadie, subió, entró a su habitación correspondiente, y se tiró en la cama.
Lloraba. Lloraba de bronca, de angustia. Con la cara pegada a la almohada, ahogaba ese mismo llanto, esa bronca, y esa angustia.
No era un llanto silencioso. No eran tan solo pequeñas y furtivas lágrimas que resvalaban por su rostro.
No. Ese llanto estaba lleno de melancolía, de nostalgia, de enojo, y de culpa.
Culpa porque, después de todo, se merecía todas esas cosas.
Se las merecía por haberse acostado con William en la casa de Noah. Por haberle hehcho algo así a Noah.
Está bien. Ellos no eran lo que se dice "novios", pero aún así, era una especie de traición.